Un dulce a la vez. Si te fijas en la típica entrevista sobre lo que los hombres encuentran atractivo en las mujeres, vas a encontrar las básicas respuestas aburridas y predecibles: “Los estudios demuestran que lo que los hombres buscan es…

apariencia, química y se fijan en cómo se comporta la mujer”: ¡Descubrieron el hilo negro! Y después das vuelta a la página.

“Compra un nuevo brillo de labios…

depílate la ceja y después dibuja su forma…

inyecta tres ampolletas de colágenos en tus labios cubiertos con brillo…” ¿Y esto hará que caiga rendido a tus pies, verdad? Claro que no.

Vas a estar en el mismo lugar donde empezaste pero sin cejas.

En general, hay dos cosas que una mujer hace para animar a un hombre a enamorarse locamente de ella cuando ya logró atraerlo.

La primera, enciende su imaginación, sexualmente.

La segunda, espera un poco antes de consumar la relación, sexualmente.

Esto nos conduce a la teoría de “la tienda de dulces”: No compartas la tienda de dulces completa.

Ve dándole los dulces de uno en uno.

Si un hombre tiene que esperar para acostarse con una mujer, no sólo la verá más hermosa, también tendrá tiempo de apreciar quién es ella.

Lo que los hombres no quieren que sepan las mujeres es que, casi de inmediato, las colocan en una de estas dos categorías: “para pasar un buen rato” o “vale la pena”.

Y desde el momento que quedas dentro de la categoría “para pasar un buen rato” es casi imposible que salgas de ella.

No se trata de que la cabrona sea más “fácil” o más conservadora; sino de que pide que la traten como si “valiera la pena”.

Y, con frecuencia, esto significa que va revelando su sexualidad poco a poco.

Con esta conducta, la cabrona va “conduciendo ese tren” de una forma sutil; porque él la percibe como un poco distante y sabe que muchos otros hombres tampoco podrían acercársele.

De hecho, ni siquiera está seguro de que él podrá tenerla.

Así que casi nunca se va a poder dar el lujo de asumir que ella es compañía “para pasar un buen rato”.

Es más fácil que la mujer tapete sea vista como un pelele sexual porque es más fácil que se acueste con un hombre por las razones incorrectas; además de hacerlo demasiado pronto.

Si se acuesta con un hombre porque siente que tiene que hacerlo para atraerlo, él lo va a percibir y va a perder el respeto por ella.

¿Cuánto debes esperar para tener sexo? Lo más que puedas.

Por lo menos, mantén la relación platónica durante el primer mes.

Esta táctica te permite saber como es él.

No sería bueno que te enteraras de que está casado después que ya te acostaste con él.

O que tiene una ex novia que siempre tiene problemas con el coche y necesita que la lleve.

O que su prima hermana lo acaba de dejar porque la engañó con su hermana mayor.

Darle un dulce a la vez no significa ser célibe o virginal.

Se trata de que estés buscando al número uno.

Te aseguras de que el hombre desarrolle el hábito de esforzarse para tratarte en la forma que quieres que te trate.

No tener sexo de inmediato es jugar bien tus cartas para que cada pequeña cosa tenga importancia.

El sexo y la “chispa” no son lo mismo.

Si un hombre siente que debe ganarte ?sexualmente con su hombría, ingenio o encantote va a valorar más.

Los hombres son posesivos.

Les gusta saber que no es fácil que otro hombre consiga lo que están buscando.

Va a juzgar si eres de las que lo “lo da” sólo por una cosa: por lo pronto que se lo des a él.

Si tienes sexo de inmediato con un hombre, en poco tiempo él se dirá a sí mismo: “¡No pudo resistirse a mi encanto!”.

Pero después comenzará a rascarse la cabeza y a preguntarse a cuántos otros hombres no habrás podido resistirte.

Antes del sexo, el hombre no está pensando con claridad y la mujer sí.

Después del sexo es al revés; el hombre está pensando con claridad y la mujer no.

Cuando hay sexo a la velocidad de la luz, el hombre ya logró lo que quería.

La razón por la que piensa con más claridad tras el sexo es que queda liberado y ya logró su objetivo.

Mientras tanto, la mujer apenas está empezando a perseguir su meta.

Su trabajo no ha terminado.

Entonces empieza a cazarlo…

y él huye.

Te guste o no, al principio, sutilmente, estás negociando los términos de la relación.

Y si cierras el trato demasiado pronto, entregas todo tu poder de negociación.

La cabrona se toma su tiempo para decidir si ese hombre es alguien con quien le gustaría cerrar el trato.

Y no se conforma con ser sólo una parada en el camino o un hoyo de cinturón.

Cuando lo haces esperar, empieza a darse cuenta de que tú eres “diferente”.

Y entonces empieza a importarle si te gusta el café con leche desgrasada o sin crema.

¿Ahora bien si las mujeres actúan así, qué diablos esperas tu para aprender a SER EL PREMIO? Entre más te lo pienses, más oportunidades seguiras perdiendo enla vida, aquí estamos para enseñarte a ser la clase de hombre que se consigue unabuena cabrona, ¿qué te parece? Fantastico, no! Pues únete YA a SeduceMujeres, ya pasó Enero y todavía sigues como todo un perdedor! No me hagas perder mi tiempo, no estás haciendo nada aquí entonces. Vete y no vuelvas más a esta página. O te conviertes en el PREMIO o te conformas con la primerachica que te haga caso!