Las relaciones sexuales pueden ser dolorosas para los hombres, también. Aquí tienes cómo y qué hacer al respecto.

La mayoría de los hombres saben que las mujeres a veces experimentan dolor durante el acto sexual. Pero muchas mujeres no saben que los hombres pueden experimentar dolor durante el sexo, también. Y con esto no me refiero al dolor emocional cuando no se consigue una erección o un orgasmo rápido.

Un pequeño número de hombres experimenta dolor durante el sexo por razones serias, abarcando desde padecer de sífilis hasta una tener una infección en la próstata o en la uretra. Es raro un hombre que proceda a tener relaciones sexuales cuando le acarrea tal miseria. Pero otras razones menos serias pueden derivar en una actividad sexual dolorosa.

Una fuente de dolor sexual es la masturbación. Ahora sabemos que la masturbación no te hará ciego o hará crecer pelos en la palma de tus manos. Pero es el acto sexual más secreto. Esto quiere decir que es efectuada bajo las condiciones menos ideales, a menudo a la carrera o sin los implementos apropiados – es decir, lubricación. Tratar de llegar al orgasmo sin hacer ruido, deprisa, con una mano seca, puede conducir a abrasiones. Es como frotar un punto de tu brazo, rápido y tan rápido, esperando que puedas estornudar antes de que alguien te descubra. Ouch.

O como el personaje mítico de Belleza Americana, interpretado por Kevin Spacey, cuando se masturbaba en la bañera. Él usa un jabón como lubricante – y si es de una marca que está cargada con perfume, o peor todavía, con exfoliantes, entre más se frote su pene más bueno, se exfoliará su pene. Ouch.

Ahora hacer esto no está bien, aunque las abrasiones sanarán a los pocos días si no acerca sus manos ahí abajo. Pero si su esposa o su novia desea tener sexo esta noche y no quiere confesar que “uhm, me masturbé demasiado hoy como para tener sexo esta noche”, solo tiene tres opciones:

1) El tradicional “No, me duele la cabeza”.

2) La tradicional pelea por nada relevante.

3) Hacer el amor con alguna que otra lesión en la piel de su pene.

¿Alguna vez te cortaste con papel y luego te cayó jugo de limón al cocinar? Así es exactamente como se siente cuando haces el amor con una lesión “leve” en tu pene.

Algunas veces la abrasión es en realidad un brote pequeño de herpes. Mientras que muchas personas pueden sentir que un brote o erupción se avecina, algunos no pueden – en especial si están ocupados sin prestar atención a estas cosas. Algunas personas que han planeado un encuentro sexual para celebrar alguna ocasión especial (Día del Padre, Tu Cumpleaños, Año Nuevo) pueden notar el problema pero tratan de negarlo con tal de no arruinar la ocasión. Proceden a tener relaciones sexuales a pesar de la lesión en la piel ahí abajo. Ouch.

Ahora para las mujeres que leen este tema. El sexo puede ser doloroso para un hombre debido a la forma en que es estimulado: tu mano sobre el pene puede apretarlo demasiado. Y esto podría demorar que consiga una sólida erección. Es mejor acariciar de forma estimulante las pelotas de tu hombre durante el sexo, pero no las aprietes demasiado. ¿Cuándo es demasiado apretado? Tendrás que preguntarle. Y, ¿qué hay de tus uñas sobre sus pelotas? Esto puede que sea el paraíso para algunos o el infierno para otros. De nuevo, tienes que preguntar.

Las uñas juegan un papel prominente – y por lo general indeseado – cuando estás estimulando a tu hombre. Si él disfruta con esta clase de juegos, mantén al menos una uña cortada lo suficiente, para así evitar llevarlo de emergencias al hospital en plena noche de día Sábado.

Los dientes de una mujer están entre los mejores amigos del hombre – cuando son usados con sobriedad y de manera consciente. Como con todas las actividades sexuales, el disfrute que distintos hombres pueden encontrar en las mordidas, los pellizcones o las caricias en el pecho puede ser muy variado. No hay nada mejor que preguntarle a tu pareja que le gusta y así estimular mejor a aquellos tipos que te dicen “todo está bien, me encanta todo”. Nadie excepto a Godzilla le gusta que le hagan de todo.

Ya para rematar, recordemos que la fuente principal de sexo doloroso para los hombres no tiene para nada que ver con su pene. Se trata de su nada divertido y nada romántico dolor crónico en la espalda baja, en el cuello, en las rodillas o en las manos. Alguna pastilla para calmar el dolor una hora antes del sexo puede ayudar, pero padecimientos más crónicos como la artritis y el síndrome del túnel carpiano son más dolorosos que cualquier medicamento que no te deje inconsciente.

A la mayoría de las personas no les gusta hablar de estas cosas, temiendo que esto se convierta en un serio desmotivador para ambos. Si tu pareja está luchando contra su dolor crónico, se más insistente con sugerirle que busquen juntos posiciones que minimicen su incomodidad. No solo le digas, demúestrale.