Todo hombre quiere sexo desde el principio; si quiere una novia es algo que piensa después, Al no darle lo que él quiere de inmediato, te conviertes en su novia sin que se dé cuenta.

A los hombres les gusta ese juego que las mujeres consideran exasperante. Esto dice un hombre: Si se entrega demasiado pronto, ya no nos hace falta el romance y dejamos de buscarlo.

Y la verdad es que nos gusta trabajar duro para obtenerlo. Nos gusta el juego, y si se termina demasiado pronto, nos desilusionamos. Hasta luchamos internamente, de modo subconsciente. Sabemos que lo queremos, pero sabemos que queremos que la chica nos haga esperar. De otra manera, se convierte en algo de una o dos veces. Y después sigues con tu vida.

Desde luego que hay hombres que no quieren hacer el esfuerzo. Estos son los hombres que siguen la regla de “las tres citas”. Esta regla dice que si una mujer no cede en tres citas, él debe dejar de perseguirla. Si un hombre se va porque no te sedujo en la tercera cita, te da una señal clara de que se hubiera ido igual en cuanto consiguiera lo que quería.

Es probable que la chica buena se sienta obligada, presionada o manipulada para acostarse con un hombre desde el principio. Se acuesta con él y después cree que lo va a enganchar con sexo formidable, como si lo que tuviera para ofrecer sexualmente fuera de “medalla de oro”. La cabrona entiende que el sexo sólo se vuelve de “medalla de oro” cuando él no lo obtiene desde un principio.

A la cabrona no le importa la regla de las “tres citas”. Ella deja que el hombre se vaya y no hace ningun tipo de intercambio. Él va a acabar casado con una mujer que no juegue bajo sus propias reglas; ella juega balo las suyas propias. Como no le importa que las palabras hasta la vista salgan de su boca, él siente que no se va a salir con la suya si trata de faltarle al respeto.

Un hombre siente de forma intuitiva si la sexualidad sale de la seguridad o de una necesidad. Sabe cuando una mujer tiene sexo para apaciguarlo.

A diferencia de la chica buena, la cabrona cree que tiene mucho más para ofrecer que sólo su sexualidad. Así que tiene sexo cuando siente que lo quiere, y sólo si se siente cómoda con la relación. Es lo suficientemente sexy, que es precisamente por lo que no lo regala como si fuera lo único que tiene.

Esto no cambia después de que consuman la relación; él sigue sin poder predecir cuándo podrá hacerle el amor. Así que el misterio y la cacería no desaparecen, y él nunca va a sentir que ya la conquistó completamente. Esto se debe a que ella se acuesta con él bajo sus condiciones.

Es más fácil formar hábitos malos que buenos, porque los buenos hábitos requieren un esfuerzo consciente. La espera fomenta este esfuerzo.

un hombre de calidad va a estar ahí siempre y cuando se sienta reafirmado en dos áreas: quiere saber que tú lo deseas sexualmente y quiere ver señales de que sigue estando “dentro del juego”. Mientras pueda ver la luz al final del túnel, continuará caminando por él.

Sin embargo, no hace falta mucho para que reciba un mensaje confuso o para que sienta que le están tomando el pelo. No puedes estimularlo hasta el punto sin retorno y después decirle: “No. Es que no estoy segura de querer”. Lo harás pensar: “¿Cómo no vas a estar segura si estás sin blusa, llevamos una hora acariciándonos y tus pantalones están desabotonados?” Principio de atracción #27 Si desconectas la clavija sexual en el último minuto, él te va a etiquetar como provocadora.

De aquí sale el término caliente y molesto. Cuando ya no esté caliente, estará “molesto”.

Ya no va a tener tantas ganas de jugar el juego porque tú le habrás quitado toda la diversión. Ya no va a pensar que estás jugando limpio, y sus sentimientos van a cambiar del deseo al resentimiento. Si cree que le estás tomando el pelo, es probable que deje de perseguirte.

Piénsalo. No puedes mostrarle un pedazo de carne a un perro durante una hora y después lanzarle un tronco de apio. Si quieres que un hombre te respete, tienes que jugar limpio.

Si él te hace sentir insegura, deja que tu inseguridad te guíe.

Muchas veces se dice que una mujer no llega a su plenitud sexual sino hasta los treinta años. Hay muchas mujeres que hasta esa edad no superan su inseguridad o la sensación de que tienen que competir con otras mujeres. El sexo mejora porque ya puede decirle a él lo que le gusta. Es más segura. Es más asertiva. Puede soltarse porque ya no está tan consciente de sí misma.

La cabrona no suele definirse por estándares externos. Pero con frecuencia, las mujeres que son demasiado buenas están demasiado ocupadas intentando estar a la altura.

Cuando una mujer está demasiado preocupada por su desempeño en la cama, se olvida completamente de para qué está en ella. Eso no es sexo; es tiempo de “animación”.

Para un hombre es mucho más excitante que una mujer pueda ser ella misma y que sea honesta sobre lo que le gusta y lo que le disgusta. A los hombres les encanta ver cómo una mujer despega; es un excitante automático. Y eso es mucho más importante que lograr una representación digna de un premio.

Un hombre de calidad fantasea con una mujer que realmente disfrute el sexo.

La mitad de lo que tienes que hacer para complacerlo es excitarte tú, no fingir que lo estás. Es verdad que hay que alimentar el ego de un hombre, pero eso lo logra tu satisfacción. El mismo principio que resulta cierto fuera de la habitación es cierto dentro de ella. La cabrona puede satisfacerlo porque está más preocupada por satisfacerse ella misma. Sabe a ciencia cierta lo que le gusta a ella en cada momento. Y esto alimenta su ego como nada más puede hacerlo.

Cada vez que una mujer compite con otra, se rebaja.

Recuerda, tanto en el dormitorio como fuera de él, los hombres están acostumbrados a mujeres inseguras, lo que es una buena razón para ser diferente. Necesitas exudar una actitud de confianza y de que no te preocupa saber si estás a nivel, o si otra mujer te lo podría robar.

Si no confías en él, ya no lo vuelvas a ver. Pero hasta que te dé una razón para no confiar en él, compórtate como si le tuvieras confianza. Te hará ver tan segura contigo misma como si con tus acciones le estuvieras diciendo: “¡Claro que quieres estar conmigo!”.

Un hombre de calidad quiere sentir que confían en él porque lo hace sentir que crees en su persona. Hasta que te dé una razón para dejar de confiar en él, confía en él. Si se está enamorando de ti, no va a hacer falta que te diga que quiere estar exclusivamente contigo, lo vas a saber de forma automática. Él te va a llamar todos los días insistiendo en que salgas sólo con él; porque no va a querer que nadie más se acerque a su chica de ensueño.

Cuando es innegable que hay “chispa” sólo hay una llave para el candado.

¿Ahora bien si las mujeres actúan así, qué diablos esperas tu para aprender a SER EL PREMIO? Entre más te lo pienses, más oportunidades seguiras perdiendo enla vida, aquí estamos para enseñarte a ser la clase de hombre que se consigue unabuena cabrona, ¿qué te parece? Fantastico, no! Pues únete YA a SeduceMujeres, ya pasó Enero y todavía sigues como todo un perdedor! No me hagas perder mi tiempo, no estás haciendo nada aquí entonces. Vete y no vuelvas más a esta página. O te conviertes en el PREMIO o te conformas con la primerachica que te haga caso!