Tal y como la Élite Financiera enlistó a trabajadores, negros y judíos para avanzar su agenda de control global, están ahora usando al feminismo para controlar el poder político de las mujeres.

Imagina si cada vez que hubiera un caso de envenenamiento de alimentos en McDonald’s, fuera el titular del noticiero de la noche. Pero no hubiera ninguna mención cuando lo mismo ocurriera en Burger King. ¿Qué conclusión podrías sacar?

Lo mismo aplica a la violencia doméstica. Aún cuando las mujeres inician la violencia doméstica contra los hombres en igual proporción, la mayoría de la publicidad es dedicada a las mujeres como víctimas.

Esto se debe a que las activistas feministas, fundadas y patrocinadas por los ingenieros sociales al servicio de la Fundación Rockefeller, desean estigmatizar a los hombres y al matrimonio ante los ojos de las mujeres. Desean que las mujeres jóvenes se hagan lesbianas y rechacen los valores tradicionales. Así es como la modificación de comportamiento funciona.

MANIPULACIÓN DE MASAS

La Élite Financiera les ha dado posisiones de poder a las feministas en el gobierno y en los medios. Así que periódicamente recibimos una dosis de propaganda sobre cómo la violencia doméstica acosa a las mujeres casadas.

No condono la violencia doméstica de ningún tipo. Pero sí resiento que este problema sea explotado para una malévola agenda política: la de destruir el matrimonio y la familia para así hacernos más vulnerables al control totalitario por parte del Estado.

Tan solo en Canadá, por ejemplo, 646000 hombres (6%) reportaron ser víctimas de violencia por parte de su esposa en al menos una ocasión en los últimos cinco años (comparado a los 654000 casos de mujeres o el 7%); aún así nada en absoluto se hace por los hombres. Existen 300 albergues para mujeres y ninguno para los hombres. Cuando un hombre es víctima de abuso, también necesita de un lugar a donde ir.

Los investigadores que documentan la violencia doméstica contra los hombres son ignorados, censurados, calumniados y amenazados por las activistas feministas subvencionadas por el gobierno.

Las activistas feministas usan la violencia doméstica como un Símbolo de la Opresión Masculina. La violencia perpetrada por las mujeres empañaría este mensaje políticamente cargado.

LA VIOLENCIA DOMÉSTICA GAY

La violencia doméstica por gays y lesbianas también empañaría este mensaje. Nunca escuchamos “la violencia de pareja fue dos veces más común entre parejas homosexuales comparado con las parejas heterosexuales. Quince por ciento de las relaciones gays y lesbianas expermentaron violencia”. (Statistics Canadá, Octubre 2006).

Esto se debe a que la Élite Financiera desea que la “alternativa de estilo de vida” homosexual sea lo más atractiva posible. La homosexualidad es la incapacidad de formar un vínculo permanente con un miembro del sexo opuesto por la confusión sobre la identidad de género. El objetivo de los ingenieros sociales es propagar este desorden el cual resulta en un desarrollo truncado de la sociedad en general.

Además, los ingenieros sociales desean que los homosexuales tenga el glamour de ser “víctimas” de la violencia heterosexual.

En su excelente libro “Crafting Gay Bisexual Children” (p. 291) Judith Reisman cita a los autores gay David Island y Patrick Latellier quienes estiman que 650000 hombres gay son maltratados por su pareja homosexual cada año. Estiman que la tasa de violencia gay contra gay es tres veces mayor que la intimidación o maltrato heterosexual contra gay. Estiman que el 20% de las relaciones heterosexuales están envenenadas por la violencia doméstica”. (“Men Who Beat the Men Who Love Them”, Hombres que Golpean a los Hombres que los Aman).

CONCLUSIÓN

Las mujeres que han estado en un albergue para mujeres te dirán cómo son tratadas cruelmente por las brujas empleadas ahí. Las mujeres angustiadas son presionadas para que terminen con sus matrimonios y les ofrecen ayuda y recursos para hacerlo. Las feministas no están interesadas en el bienestar de las mujeres. Eso es mentira y así ha sido siempre, no les interesa para nada que las mujeres estén bien. Las feministas dependen de la violencia doméstica para mantener sus trabajos fáciles y para castrar a los hombres (retratándolos como abusadores).

La publicidad dada a la violencia doméstica masculina, como opuesta a la otra del tipo igual o más prevalente, ilustra cómo la Élite Financiera seleccionan la información para moldear la percepción y el comportamiento de las masas según su agenda para un Nuevo Orden Mundial.