Muchos hombres están simplemente hambrientos por la amabilidad de una mujer, pero se topan con su sarcasmo y su cinismo en su lugar.

Existe un clima de hostilidad entre las mujeres hacia los hombres. Las mujeres por adelantado se consideran con derecho donde los hombres no pueden ganar.

La Revolución Sexual ha arruinado las cosas para todos en cuanto a la confianza se trata. Los hombres tienen una necesidad de ser admirados por las mujeres que aman. De esa forma están hechos los hombres. Es de esa admiración de la cual un hombre deriva su fortaleza. La búsqueda de esta admiración le provee a un hombre la inspiración para servir y alcanzar objetivos en su mundo.

Existen mujeres, gracias quizás a los efectos del feminismo que no pueden mostrar admiración, como decir, “No le voy a inflar el ego a este estúpido!”.

Pero tal vez si su ego fuera alimentado al menos de vez en cuando él no estaría en un estado de hambruna que disminuye tanto a un hombre hasta empujarlo a actuar como necesitado de una manera que las mujeres lo encuentran intolerable. El resultado de esto es al parecer un ciclo interminable de mutuo resentimiento y castigo.

Un hombre necesita que le necesiten, aún así el mensaje constante enviado por las mujeres modernas es “¡Yo soy una mujer fuerte e independiente!¡No necesito a un hombre!”.

Un hombre puede respetar a una mujer por su independencia, pero un hombre aprecia y ama a una mujer porque ella aprecia y necesita la masculinidad de su hombre.

¿Qué es lo que un hombre busca en una mujer? En una palabra, un hogar. Para un niño, una mujer (usualmente su madre) es sinónimo de “hogar”. Esto no quiere decir que el trabajo de una mujer sea criar a un hombre – ciertamente no – pero el abrigo que ella provee para él emocionalmente, dónde él puede ser sí mismo, generalmente lo hace mejor, más fuerte y más hombre, además lo inspira a proveer lo mejor para su mujer y protegerla, velando por sus necesidades.

Programados para Fracasar

Así como te venden los estilos de vida ideales que tienen que perseguir hombres y mujeres en la modernidad de hoy en día, la única conclusión de esta programación mediática con la que son bombardeadas las masas es que están siendo programadas para fracasar en el amor.

En una época en que los hombres han permitido que las mujeres sean seducidas por el feminismo, los hombres necesitan de verdad ser hombres.

Los hombres de hoy están buscando una mujer que “crean en él” y lo “valide”. ¿No ven ustedes lo débil que es un hombre así?

¿No se dan cuenta del poder que están transfiriendo los hombres a cualquier extraña con tetas?

La grandísima mayoría de las mujeres son personas de las más inseguras que puedes conocer y están en busca de un hombre que sea seguro de sí mismo. Ahora dime, ¿cómo esperas que una mujer respete a un hombre que necesita de la validación de ella?

Los hombres obtienen su validación de otros hombres, del reconocimiento y la recompensa que se recibe de dominar una habilidad en la vida y ser el mejor con esa habilidad.

Sinceraramente hay que ser honestos a decir verdad en lo siguiente, las mujeres no son las personas más adecuadas para evaluar a los hombres. ¿Por qué? Por que las mujeres tienen una agenda existencial diferente a la de un hombre.

Te voy a decir algo más, la mayoiría de las creencias de la sociedad acerca de las mujeres, el sexo y el amor son nada más meras construcciones culturales. Es decir, NO SON VERDADERAS. Todas estas creencias te son insertadas en tu cerebro para programarte de tal modo que la gente en el poder pueda distraerte para así controlarte mejor, a ti y a todas las personas.

Todas estas creencias son parte de una religio secular llamada “humanismo” que ha usurpado el control del planeta y sus habitantes.

Uno de los pioneros del mal llamado “humanismo” fue el filósofo August Comte (1798-1857). Él proponía que había que idealizar a la mujer como medio para secularizar a la sociedad, es decir, para que las personas abandonarán los principios y comportamientos tradicionales en favor de la agenda “humanista” idealizando a la mujer.

“Las mujeres tienen que transformarse en Diosas”, escribió Comte en “System of Positive Polity” (1854). “Sustituyendo las diosas por dioses, sancionamos la legítima preeminencia de las mujeres” (Vol. 4, p. 446).

“En una palabra, la nueva doctrina para la secularización instituirá la adoración de la Mujer, pública y privadamente, de una manera incluso más perfecta de lo que se haya intentado antes. Este es el primer paso permanente hacia la adoración de la Humanidad” (SPP, Vol. I, p. 205)

Hay que entender una cosa, la adoración de hombres o de mujeres es vana idolatría. Este tipo de amor que se fomenta bajo esta idolotría es de tipo vampírica, succiona toda la energía psíquica de quien adora a la otra persona. Tu quieres poseer las cualidades del ser amado, sea su juventud, su bellea o ingenio.

La Cuestión Sexual

Por la misma vía, la idealización del sexo fue instaurada. En la década de los años 1960, las visiones Cabalísticas del psicólogo Abraham Maslow (1908-1970) fueron introducidas con bombo y platillos en la socidad.

Según Maslow la fuente auto-estima del hombre radica en su pene. Ya que él es un hombre, él es el “portador de la cosa sagrada”, un cetro que ninguna mujer puede tener.

El acto sexual, según la filosofía de Maslow, es una experiencia religiosa. El orgasmo es lo que la da sentido a la vida y hace al hombre parecido a Dios en su búsqueda de la unidad.

Una mujer obtiene su propia valía cuando ella encuentra que tiene poder sobre el hombre en despertar “grandes tormentas de sexualidad, … y además su poder une y aquieta estas tormentas”.

Es un “poder como de diosa” que puede ser usado como “base para una auto-estima profúndamente biológica en una mujer”.

La glorificación de “experiencias cumbre” como ejemplificados con el orgasmo y también por “experiencias trascendentales” del misticismo religioso es la punta de lanza de la filosofía de Maslow, una filosofía que ha dominado el pensamiento en filosofía, psicología, sociología, religión y la planeación curricular por más de medio siglo. (Religion, Values, and Peak Experiences, Abraham H. Maslow ; Kappa Delta Pi, 1960; Viking Press Inc. New York, 1970 P. 115-116.)

Como podrás ver, el sexo es la falsa religión de nuestra decadente era pagana. Al inflar la importancia del sexo y las mujeres, la heterosexualidad es desestabilizada y la sociedad puesta en cuerda floja. Los hombres encuentre díficiles de abordar a las mujeres y no pueden proveer liderazgo o conseguir amor.

En realidad, el sexo anónimo es generalmente a una experiencia cansona. Andy Warhol lo llamó “la más grande nada que existe en el mundo”. Marihuana de buena calidad es una manera mucho mejor de lograr trascender.

En cuanto al amor, el feminismo infla la auto-importancia de las mujeres. Las mujeres son programadas para ser “fuertes e independientes”, creyéndose superiores, más virtuosas o más castas aún cuando sean infieles y deshonestas como lo demostré en mi análisis de la película “Up in the Air”. Y no solo eso, aún peor, considerándose a sí mismas agraviadas. La TV y las películas, por supuesto, están repletos de estos modelos de rol. Todas estas mujeres que guían sus vidas bajo estas ideas lo que consigue es convertirse en personas incapaces de casarse y envejecerán solas y amargadas o se convertirán en lesbianas, pero al menos les queda de consuelo de que fueron “fuertes e independientes” ¡qué buen epitafio para llenarse la boca de gusanos y lodo bajo tierra!

Un hombre desea el poder. La mujer desea el amor. El amor heterosexual y el matrimonio es un intercambio del poder terrenal femenino por el poder masculino expresado como amor. Ella dedica su vida a su esposo y a sus hijos y ella es amada y recompensada por su sacrificio. Una carrera profesional para una mujer se convierte en algo secundario. Es lo opuesto a la agenda feminista desestabilizadora de las relaciones heterosexuales.

El amor está basado en la confianza, en la lealtad y el afecto crece con el tiempo. Generalmente nuestras expectativas de encontrar el amor y casarse son muchísimo más altas. Estas pueden hacer nuestra vida mejor.

La mayoría de las mujeres no pueden más seguirse sacrificando por triunfar en la vida profesional. Los hombres que valoran a las mujeres ponen a estas “profesionales fuertes e independientes” en la lista de “IGNORADAS” y busca por el remanente de mujeres que todavía están en pleno contacto con sus instintos naturales femeninos y que no han caído en la programación y reingienería social promovida por el feminismo. Un hombre solo debe considerar a las mujeres que están dispuestas a acceder a solicitudes razonables. Echa por la borda al resto de mujeres ya que son inflexibles.

Lo más importante, los hombres deben DEJAR de comportarse como si necesitaran a las mujeres, el sexo o el amor para sobrevivir. Este es un condicionamiento social con el que hay que romper de una buena vez. Por cada hombre que su vida es mejorada por el matrimonio, existe probablemente otro cuya vida es arruinada por andar con esos condicionamientos en la cabeza.

Conclusión

La mayoría de personas dormidas que caminan por este mundo, ignoran y no saben que han sido programadas para fracasar en el amor, ya que todo esto es parte de la reingienería social impulsada por nuestros líderes políticos y culturales al servicio de la Élite Financiera en la sombra.

Las sociedades que ven a las mujeres, al sexo y al amor en su perspectiva apropiada son las sociedades saludables que al final florecerán. Sus hombres son capaces de enfocarse en trascender, que es la razón por la que estamos aquí en primer lugar, la razón para la que hemos nacaido. Sus mujeres no tratan de suplantar y actuar como hombres. En lugar de eso, ellas motivan a sus esposos e hijos, además que se sienten honradas haciendo así.

Para cualquier hombre frutrado que “necesite” la “validación” de una mujer le digo que busque respetarse a sí mismo primero en lugar de buscar el amor de una mujer bajo esta perspectiva necesitada y lastimera. Alcanza las metas que te propongas y que te brinden auto-confianza. Vive la vida bajo tus propios ideales espirituales. Cuando te juzgas a ti mismo, es Dios dentro de ti que te está juzgando. Cuando te sientes solo y sin amor, es el Amor de Dios dentro de si lo que estás buscando.