La mayoría de mujeres pueden alcanzar el orgasmo mediante la masturbación, pero no todas acaban durante el acto sexual.

Hoy no extraña para nada que las mujeres se reunan para tomar un café o almorzar juntas e ir más allá de la típica pregunta de si alcanzan el orgasmo teniendo sexo con su pareja, ahora las mujeres van más allá hasta preguntar detalles de cómo lo hacen.

¿Con sus manos? ¿Las tuyas? ¿Con un poco de ayuda de un vibrador? ¿Es el acto sexual la vía segura para llegar al éxtasis para cualquiera? ¿Es el orgasmo mediante la penetración nada más de algún modo mejor que cualquier otra opción? Y si no funciona para ti esa opción, ¿quiere decir eso que pasa algo malo?

El 80% de las mujeres no puede tener un orgasmo solo con la penetración. Aun así, muchas mujeres están socialmente programadas para tener la expectativa de acabar mediante la penetración.

¿Las buenas noticias? Un orgasmo logrado mediante la penetración no es una mejor, más intensa o una experiencia sexual más “real” que cualquier otra. Para comprender el por qué se requiere aclarar cualquier malentendido: No existe tal cosa de que haya un orgasmo puramente vaginal. El camino hacia un orgasmo consistente y satisfactorio es a través de la estimulación del clítoris.

Ahora, he aquí la cuestion: una mujer podría estar estimulando su clítoris sin saberlo. Muchas personas piensan en el clítoris como una pequeña protuberancia escondida por su capuchón y que es apenas visible a simple vista. Pero ese no es el caso. El clítoris en realidad tiene la forma de una espoleta. Las “patas” del clítoris se extienden hacia atrás dentro del cuerpo, así que cuando una mujer es penetrada, el clítoris responde a esa estimulación.

En pocas palabras: “Todos los orgasmos son creados igual”. Solo para cerciorarnos, ¿todavía sientes curiosidad? Si tan solo una de cada cinco mujeres alcanza el orgasmo producto del acto sexual nada más, ¿cómo lo logran las demás mujeres? ¿Con las manos, sin las manos, con algún juguete sexual? Bueno, para saberlo, fui y pregunte a amigas y a extrañas por igual, para que compartieran sus secretos.

Lo Que Algunas Hacen y No Hacen

Así que, quién puede hacerlo sin las manos y quién no? “Mi primer orgasmo fue con la penetración”, confiesa Julia de 27 años. “Siempre he podido lograrlo sin las manos. Mis amigas me tienen envidia cuando les cuento eso, pero realmente yo tengo envidia de ellas”. Julia ha tenido que aprender a tener orgasmos mediante el sexo oral y la auto-estimulación. “Pensaba que algo andaba mal conmigo”. Se lamenta Julia.

Firmemente afianzada del otro lado del cerco esta Paula de 36 años. “Es mi mayor objetivo en la vida tener un orgasmo durante el acto sexual sin manipulación manual”, dice ella. “Siempre siento como que estoy cerca y luego de repente ya no puedo seguir escalando”. (Para llegar ahí, su novio usualmente efectúa una intervención manual). Yo le sugerí que tratara mejor de disfrutar el proceso en lugar de enfocarse en el objetivo final. Algunas veces cuando tienes sexo orientado a objetivos, te pierdes todo el placer en el camino.

Un fenómeno común, en realidad. Tan solo Laura, de 32, comenzó a inquietarse con sus orgasmos después de caer en la cuenta de su situación. “Nunca fui capaz de acabar sin estimulación manual hasta que comence a dormir con un tipo al que llamaba ‘el hombre de los cuatro minutos'”, se ríe ella. “Cuando él estaba encima, yo tenía orgasmos en tan solo cuatro minutos”. Laura se cansó de averiguar por qué era así esto: “Él no era alguien por quien yo estuviera enamorada, ni siquiera completamente atraída”, dice ella. ¿Su descubrimiento sorpresivo? “Finalmente caí en la cuenta de que era porque el tenía un poco de pancita tipo Buda. ¡La presión extra me ayudaba con el orgasmo!”.

No hay razón por la cual las mujeres ahora no abrancen esas panzas cerveceras de algunos hombres. Pero hay otras formas de alcanzar el nirvana, ya sea que tu pareja sea de complexión delgada o no: A menudo se olvida de que estimular el hueso púbico, los muslos y el vientre puede añadir impulso a la capacidad femenina para llegar al orgasmo. Lo cual puede explicar la posición afortunada en la que Cathy, de 25, ha tenido que confiar. Ella se pone encima, “poniendo mis piernas justo detrás de mi, de tal suerte que descansen encima de las de él”, dice ella. “Ese ángulo funciona siempre para mi”.

Podría ser que sí, la verdad es que no hay ninguna posición secreta que ofrezca la mayor posibilidad orgásmica para toda mujer. A menudo cada mujer descubre la posición que mejor funciona para ella y ahí se queda. Lo cual nos trae a lo siguiente: ¿El secreto para tener sexo satisfactorio? No tener miedo de hablar al respecto o experimentar con aquello que mejor ha funcionado hasta el momento para cada una.