El camino de una relación de pareja es a menudo la practica espiritual más difícil de todas, pero estas cinco guías podrán acompañarte de por vida para ayudarte a tener la relación más saludable y feliz de todas.

1.- Habla desde el corazón

Este es el consejo más importante y el más difícil de todos, en especial cuando hemos sido heridos o nos hemos dejado llevar por la ira con algo que nuestra pareja hizo o dijo. La verdad tiene tantas capas que puede ser bastante sencillo decir algo hiriente con la justificación esa de “¡bueno, es la verdad!” Pero la capa más profunda de la verdad por lo usual nos deja tan expuestos y resulta tan aterrador que si no te sientes como para ponerte en ese plan, entonces no has profundizado lo suficiente todavía.

Esta guía viene con una útil regla sencilla: Haz declaraciones con “Yo” en lugar de “Tu”. Por ejemplo: no “tú eres desconsiderado y egoísta por olvidar mi cumpleaños”, en lugar de ello, “yo me siento tan triste porque se olvidó mi cumpleaños”. Y si eres lo suficientemente valiente, ahondando aún más profundo puedes decir “Me recordó ser ignorado cuando fu niño y se siento muy mal. Me aterró mucho el hecho de pensar que no me amabas”.

Una gran diferencia ahí. Y ahí yace el hecho fantástico que espera ser descubierto: cuando tienes el coraje de hablar desde ese terriblemente vulneralbe y completamente expuesto lugar de la verdad profunda, el lugar donde no hay ya nada escondido, de pronto te hayas a ti mismo en una posición inamovible que se siente como un bálsamo curativo para tu propia auto-estima cuando te escuchas exponiendo tu más cierta verdad incluso si tu pareja no lo entiende.

2.- Empatiza

No puedo decirte a cuánta gente he escuchado decir: “Si muestro empatía, ¿no significa eso que tenga que estar de acuerdo con lo que diga mi pareja? ¡Y no lo estoy! ¡Están equivocados!” Pero mostrar empatía no significa que estés de acuerdo. Tan solo quiere decir que prestas la atención debida y escuchas lo que tu pareja tiene que decir.

Si la empatía como herramienta de comunicación se enseñara en cada escuela de educación primaria, nuestro mundo sería un lugar menos violento, así que permitamos que ese cambio empiece desde el hogar. Deja que tu pareja hable desde su corazón. Aléjate de tus propios sentimientos respecto a la situación de tal suerte que puedes escuchar sin juzgar. Retroaliméntate sobre lo que has escuchado hasta que te quede claro. Luego trata de imaginar cómo se habrá sentido tu pareja y siéntolo, también. Compártelo. Los corazones pueden abrirse, el tuyo inclusive.

3.- Hazte responable

Aquí hay una pregunta difícil para que te la hagas tu mismo: ¿A qué estás más comprometido, a la salud de tu relacion o recrear tus viejos escenarios infelices de modo que tengas una excusa para ventilar todos los sentimientos miserables que no era seguro mostrar cuando fuiste un niño? Tan duro como pueda resultar admitirlo, muchos de nosotros estamos buscando de verdad esa excusa. A pesar de que resulta duro romper con los viejos esquemas, se puede lograr.

La verdad es que muchos de nosotros escoge parejas que se asemeja algo a alguna de las personas que cuido de nosostros en la infancia – en especial a alguien que nos decepcionó o nos hirió de algún modo – ¡tan solo que ESTA vez (esperamos de forma incosciente) que no nos hagan daño!

El problema es que si permaneces inconsciente sobre esto, lo más seguro es que tu relación acabe en algo más parecido a darse puñaladas en las viejas heridas, reviviendo las frustraciones pasadas y co-creando los peores escenarios que supuestamente pretendías sanar.

Todos cargamos con nuestros problemas emocionales; de hecho, tu y tu pareja están juntos seugro porque sus problemas se relacionan a la perfección y los sacan a relucir. Pero podemos comprometernos a hacernos más conscientes de nuestros viejos esquemas, luego trabajar para cambiarlos mientras practicamos la compasión por nosotros mismos y ganamos un nivel más profundo de auto-aceptación. Y podemos seguir ahí como un animador de apoyo para nuestra pareja mientras lucha por hacer lo mismo, haciendo lo que podamos para motivarnos durante el proceso. Si tus problemas son profundos, existe ayuda disponible para lidiar con ellos.

4.- Evita el juego de culpar

Culpar por cada pequeña cosa en la relación a tu pareja es tentadoramente fácil, pero es un problema, así como una forma fantástica de evitar mirar la gran viga en tu propio ojo. Sería bueno tener presente lo siguiente: Donde hay juicio, hay miedo. Si te sientes crítico, toma esto como una oportunidad de oro para mirar más profundo eso que te está comiendo por dentro. ¿Qué te airó? ¿Qué viejas frustraciones saca esto a relucir? Disparar contra tu pareja cuando estamos airados es la primera línea de defensa para la mayoría de nosotros, pero te pregunto: ¿ayuda eso a tu relación o los distancia más? Cuando algo te lastima o te molesta en la relación, mira la guía No. 1 arriba y habla desde el corazón al respecto.

5.- Arrepiéntete cuando te equivoques

Muchos de nosotros caemos en la trampa de luchar por la perfeccion que no podemos siquiera admitir ante nosotros mismos que nos hemos equivocado. Pero la perfección no es el objetivo: la autenticidad sí. Y podemos pornernos muy insolentes cuando sentimos que nuestra pareja está todavía enojada con nosotros después de habernos disculpado: después de todo, DIJIMOS que nos arrepentíamos, ¿o no fue así? Pero una disculpa sin empantía es inútil.

Es difícil lidiar con nuetras propias heridas, pero permitirnos sentir el dolor que le hemos causado a alguien a quien amamos es enloquecedor – lo cual es una de las razones por las que muchos de nosotros lo evitamos a toda costa. Se precisa de una nobleza de corazón y un espíritu enorme para admitir cuando hemos estado equivocados, empatizar, pedir disculpas con sinceridad. Pero esto es lo único que puede servir para sanar el dolor que hemos causado. Si puedes empatizar lo suficiente con lo que tu pareja está sintiendo debido a algo que tu has hecho (o has dejado de hacer) y puedes expresar verdadera pena por ello, mas temprano que tarde serás eventualmente perdonado.

Muchas parejas tan solo desean complacernos y ser amadas y aprecidas, pero retenemos esas cosas porque estamos enfadados, airados o incoscientes sobre nuestras viejas heridas. Pero si puedes encontrar la tranquilidad mental que viene con el auto-conocimiento y la auto-aceptación, ver la luz en ti mismo y en tu pareja, correr el desafiante riesgo de exponer tus vulnerabilidades y aprender a ser empático, entonces estaremos bien encamindos hacia crear relaciones más amorosas y fuertes.