Cuando un hombre se prepara para acercarse a una mujer, especialmente una que sea muy atractiva tiene que enfrentar una gran resistencia.

Claro, esta resistencia es más bien imaginaria pero es bastante grande.

Trata de pensar en lo siguiente:

La razón por la que sentimos una Resistencia es porque por una parte imaginamos que ella es una especial de mujer princesa perfecta y que es posiblemente la mejor oportunidad que tendremos de disfrutar un sexo estupendo y de tener una novia a largo plazo.

Por otra parte también está el hecho de que ella nos puede avergonzar en frente de nuestros amigos. Eso podría ser terrible en el mejor de los casos.

Lo primero sería fantástico. Si pudieras hablar con ella y todo se hiciera realidad, rayos…

Pero, la segunda idea es la que más nos deja pensando. Dentro de esa idea está también la presunción de que ella está confiada de sí misma, y que es un ser con todas las capacidades lingüísticas para saber manejar cualquier situación. Nos parece como una reina sentada en su trono, con la habilidad para seleccionar y escoger al hombre que desea.

Entre más pienses en esto, más rápido te darás cuenta de que eso no tiene lógica.

Lo más probable es que cuando comiences a acercarte ella se ponga tan nerviosa como tú. ¿Qué crees que ocurriría si le preguntas algo que ella no sepa cómo responder? Ella puede estar pensando en eso.

¿Qué ocurriría si comienzas a hablar con ella y te das cuenta de que no te interesa?

¿Qué ocurriría si la rechazas?

Todos estos miedos pasan también por su cabeza, igual que pasan por la tuya.

La buena noticia es que ella espera lo mismo que tú.

Que ambos puedan tener un sexo magnífico que pueda terminar en una estupenda relación.

Tu trabajo es ser atento con ella, tomar el control de la conversación y facilitarle las cosas para que vea cuan asequible eres.

Tú no está ahí para aprobar sus pruebas, tú la estás probando a ella para que pase las tuyas.

Esto funciona increíblemente bien en unos cuantos niveles. Por ejemplo, como estás forzando a tu cerebro para ayudarla a sentirse menos nerviosa no hay forma de que tú te sientas nervioso.

Dos, como tú estás menos nervioso no vas a babearte encima de ella como los demás. Ella te verá como alguien amable, seguro de sí mismo. Un hombre que realmente la entiende.

La mayoría de los hombres cuando tratan de ser “agradables” generalmente ocultan sus miedos pero, cuando sacas esos miedos de tu cabeza y te centras en ayudarla entonces ella te verá mucho más atractivo aún.

Esto te dará muchas más posibilidades que a cualquier otro hombre.

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