Hoy en día los héroes masculinos y femeninos sobresalen en la pantalla grande, pero si los hombres y mujeres comunes lo hacen es más probable que sean arrestados por “violencia doméstica”. Los hombres enfrentan la cárcel, multas y la pérdida de la familia, la casa y el trabajo si se atreven a discutir con las mujeres.

En 1931, la carrera de actor de Clark Gable despegó después de que el participará en la película “Night Nurse”. Le llegaron más de 10,000 correos de fanáticas.

Hoy en día los héroes masculinos y femeninos sobresalen en la pantalla grande, pero si los hombres y mujeres comunes lo hacen es más probable que sean arrestados por “violencia doméstica”.

Los hombres enfrentan la cárcel, multas y la pérdida de la familia, la casa y el trabajo si se atreven a discutir con las mujeres.

Este es el resultado de la muy extendida política de “cero tolerancia” la cual define la violencia doméstica como cualquier contacto físico, no importa cuan inocuo sea este. La pena es determinada por el estado aún si ningún daño ha sido hecho.

Ostensiblemente esta política protege a las mujeres pero su propósito real es coartar a los hombres y perseguir a los heterosexuales. Es otro frente más de la campaña de la élite dirigida por los Rockefeller para degradar la sociedad, destruir la familia y disminuir la población haciéndola heterosexualmente inviable.

La Zona de Peligro

Todas las parejas experimentan el estrés, especialmente si tienen niños. Ahora una mujer que se enoje puede encarcerlar a su marido simplemente con llamar al 911. Ella puede mantener su amenaza presente en cualquier momento que lo necesite.

Esta política socava el liderazgo masculino. Un hombre llamó a su esposa “haragana”. Un vecino le aconsejo que le “diera una lección”. Así que ella llamó a la policía y falsamente lo acusó de haberla golpeado.

“Ahora ella necesita ayuda con los niños y tienen que vivir separados”, dijo el acusado fuera de la corte. “Ella esta bien molesta y arrepentida”.

“Las mujeres levantan cargos falsos como locas”, dijo un abogado. No hay sanción por hacer esto.

Un hombre dijo que su esposa lo acusó falsamente para sacarlo de la casa. Desde el asiento trasero del carro de la policía, él la miró de pie sobre el césped con su nuevo novio.

Otro hombre escuchó a las 2 a.m. que tocaban la puerta después de que el había cortado con su novia temprano esa misma noche. Ella lo había acusado de golpearla (cuando realmente ella lo golpeó a él). Al final, el tuvo que pagar una cuantiosa suma para librarse de la pena legal además de que estuvo a punto de perder su trabajo.

La mayoría de estos casos quedan nulos después de varios citatorios a la corte porque las mujeres no testifican o es su palabra contra la del hombre al que acusan.

Bienvenido al Nuevo Orden Mundial

La nueva ley acostumbra a las personas a la intervención de la policía en sus vidas personales, lo cual es ya una señal más que clara de la dictadura que se esta gestando e imponiendo en nuestras vidas.

Discutir ahora es crimen, “hasta en el futbol”. Las paredes son delgadas, un hombre puede ser arrestado si algún vecino oye que alguien levanta la voz. Un testigo dijo que no vió que la pareja se tocara pero los policías no tuvieron ninguna discreción y arrestaron al hombre.

La gente pierde el respeto por la ley. “Se supone que este sea un país libre, pero ya no lo es más”.

La ley es una grotesca represión que promueve el uso de la policía, terapistas, prisiones, cortes y abogados. Hincha las filas de la burocracia la cual tiene un interés económico en el Nuevo Orden Mundial orquestado por la élite dominante.

En Winnipeg, la mitad de la fuerza policial de 1,200 efectivos se dedican a la violencia doméstica. “Para mí esta estadística es exagerada”, confiesa el Jefe de la Policía Jack Ewtaski a la Prensa Libre de Winnipeg, “pone demasiado énfasis en nuestra habilidad para mantener el orden en la ciudad en otras áreas”.

Más de la mitad de los prisioneros del sobrepoblado Centro Remand son casados. Instalaciones especiales han sido construidas en la penitenciaría para albergar a más de 200 acusados de violencia familiar cuya mayoría aún esta a la espera de ser convictos por cualquier cosa.

Noventa por Ciento Trivial

65 personas fueron entrevistadas, las cuales habían sido acusadas de violencia doméstica. La mayoría de estos hombres era de escasos recursos económicos. Sus acusaciones eran usualmente triviales, inofensivas e involucraban alcohol.

Tan solo en uno de los casos la mujer ofendida se ajusta al perfil de “mujer maltratada”. Aún así ella quiere tener la opción de acusar o no a su abusador. Ella siente que ella misma puede lidiar con la situación sin necesidad de intervención estatal.

Un abogado veterano especialista en violencia doméstica confirmó que tan solo el 10% de sus clientes tienen el perfil de ser abusadores crónicos de sus esposas.

La mayoría de las personas llama a la policía para pedir ayuda durante una situación tensa tan solo para resultar al final siendo arrestadas, con las huellas dactilares registradas y encarceladas. Pierden días en el trabajo e incluso pierden sus empleos.

“Algunas veces merezco una lección”, dijo un hombre. “Ella me dió una. La puse fuera de mi camino y la dejé. Estamos bien. Somos una pareja normal. Tan solo tuvimos una noche difícil aquella vez. Nadie salió lastimado. Ninguno acusó al otro”.

No estamos a favor de la violencia doméstica de ningún tipo. Pero la mayoría de estos incidentes no deberían involucrar a la policía. La policía debería intervenir tan solo cuando alguien ha sido lastimado o se queja seriamente. Deberían de tener el suficiente criterio como para diferenciar entre una llamada de auxilio seria y otra que sea algo que entre la misma pareja puedan resolver cuando se calmen.

Por ejemplo, cuando dos hombres entran en una pelea en el bar, hay un proceso de mediación. Ningún cargo es presentado por la primera ofensa. Entonces, ¿por qué las parejas son tratadas de forma diferente?

Finalmente, he visto tan solo una pareja del mismo sexo (2 lesbianas) en 20 visitas a la corte aunque la violencia doméstica es afamada como bastante común entre parejas homosexuales.

Las Mujeres Favorecidas y Aún Victimizadas

Un abogado dijo: “Las mujeres atraen las balas”. La policía a menudo se niega a aceptar los cargos que el hombre presenta contra su mujer. Por ejemplo, si una esposa muerde el dedo de su marido, el policía le dirá a él: “¿Qué estaba haciendo su dedo en la boca de su esposa?”. A otro hombre un policía le respondió: “Enfréntelo como hombre”.

Aún así el sistema es caprichoso. Las mujeres son a menudo victimizadas. Una madre de cuatro en asistencia social abofetó a su esposo cuando el dijo que no le importaban los niños. El la empujó contra la pared y ella llamó a la policía.

La arrestaron solo a ella. “Eso es lo que me pasa por ser honesta”, dijo ella. “No sé por que se me arresta a mi”.

Otra mujer abofetó a su novio cuando el tomó a la ligera el que ella estuviera embarazada de su hijo. El llamó a la policía y ella fue arrestada. Multa: $1,200.

Otra mujer dijo: “Mi ex novio me llamó de la cárcel. El saldría en dos días y me estaría fastidiando de nuevo. Cuál es el punto de llamar a la policía? No vale la pena”.

En el ir y venir de los casos triviales, las mujeres que de verdad están en peligro se pasan por alto, siendo ignorados sus casos. A las activistas femeninas no les importa estas mujeres que están “durmiendo con el enemigo”. Ellas solo usan a las mujeres bajo amenaza de peligro para hacer avanzar la agenda lésbica de la élite que domina el mundo.

Una Burla de Justicia

La política de cero tolerancia es una burla a los principios de justicia. Un verdadero crimen tiene que tener lugar antes de que alguien sea arrestado o encarcelado. Tiene que haber una presunción de inocencia. Debe haber evidencia y no solo la palabra de una persona.

La violencia doméstica no era el problema antes de que las feministas y sus patrocinadores de la élite la inventaran. Tampoco es un problema ahora. Por ejemplo, de acuerdo a la Encuesta Social General Canadiense de 1999, tan solo el 7% de las personas casadas experimentaron “alguna forma de violencia” en de los cinco años anteriores a la encuesta. Este resultado de distrubuye de forma pareja tanto en hombres como en mujeres.

La tasa de homicidios matrimoniales por esposas es de 7 por millón en Canadá.

Conclusión

Algo fundamental ha ido de mal en peor cuando la mitad de la fuerza policial esta dedicada a problemas domésticos de pareja.

Los heterosexuales debemos despertar y oler el café. Hemos estado bajo un ataque sostenido por más de 40 años. No es ninguna coincidencia que el rol de esposa y madre hayan sido estigmatizados y los hombres hayan sido demonizados. No es ningún accidente que no se oiga ninguna discusión formal acerca de nuestro futuro colectivo.

La sociedad es víctima de una siniestra campaña de la élite social para lograr la persecusión política de sus individuos. Es hora ya de decirle a nuestra amada-luciférica élite financiera, “Basta”.