“La cultura del sexo casual con extraños que ha remplazado enormemente al cortejo y las citas en los campus universitarios ha sido visto como socialmente corrosivo y finalmente tóxica para las mujeres. De hecho, es un instrumento del progresismo feminista – uno acogido y promovido por las mujeres mismas”.

Este es el argumento de Hanna Rosin, el cual hace en un artículo “Los Chicos a un Lado” en la edición de “The Atlantic”.

La Élite Financiera tiene los medios y poder suficientes para pintar todo aquello que es enfermizo, decadente y malo como saludable y bueno. Este artículo es un excelente ejemplo de cómo judías sionistas “progresistas” como Hanna Rosin juegan este rol en la cultura occidental, destruyendo el tejido de la sociedad heterosexual y las vidas de millones de personas. Esta es una de las razones del anti-semitismo a través de los tiempos.

En el artículo, Rosin arguye que la cultura del “ligue” es preferida en la actualidad por las mujeres quienes están ocupadas con sus carreras como para tener relaciones de largo plazo con los hombres.

Ante los comentarios de que las mujeres se han reducido a meras prostitutas desesperadas, ella contesta: “¿Es eso tan malo?” Estas son las mismas tácticas de choque que la agente de cambio, Betty Friedan, usó cuando ella dijo que las amas de casa eran “prisioneras de un campo de concentración” o cuando la agente de cambio, Helen Gurley Brown, dijo que ellas eran “parásitos”.

¿Acaso Rosin cree que las promiscuas mujeres orientadas a sus carreras, vulgarizadas por la promiscuidad y el libertinaje, se convertirán de pronto en esposas y madres amorosas y leales? Desde luego que no. Al final, ella es una agente de cambio y el cambio es convertirse en lesbiana.

El sexo anónimo es una característica de los homosexuales, la mayoría de los cuales no están interesados en el cortejo o en el asunto del matrimonio.

Que esta subversión sexual reciba toda consideración refleja la guerra oculta que la agrupación Illuminati-Judía-Sionista-Masónica de la Élite Financiera está librando contra la sociedad día a día. La naturaleza real de la revolución (ej. El Comunismo) es acabar con el orden natural y espiritual y remplazar a Dios por Satán.