“En retrospectiva, cuando las mujeres comiencen a ver los efectos de la liberación femenina, comenzarán a reconocer que las mujeres están más dominadas que antes, solo que esta vez a menudo por infames extraños, en lugar de aquellos que las aman”.

– Por Debra Siddons

Sin importar el modo en que lo mires, los hombres están para ser hombres (no animales) y las mujeres para ser damas, trabajando para la consecusión de una vida plena y próspera, bajo la mano colaboradora de un hombre.

Así que, ¿cuál es el problema con estas mujeres (no damas) que demandan lugares en la sociedad que se suponen que no son para ellas? La necedad de estas orgullosas féminas y la pereza o ñoñez de los hombres que les ayudaron, ha tenido como resultado un efecto destructivo en la sociedad.

Los hombres tienen que ser obedientes a Dios y las mujeres obedientes a Dios y a los hombres. Los niños tienen, por su lado, que ser obedientes a sus padres y a Dios. Esto, sin embargo, no quiere decir que una mujer deba obedecer a un hombre si sus deseos son enfermizos o malos. Pero la mayoría de las mujeres de ahora se rehúsan a obedecer a los hombres bajo ninguna circunstancia. En lugar de eso, se enorgullecen de manipular a los hombres de cualquier modo que les resulte mejor (probando así, su falta total de verdadera moralidad).

Los 13 Aspectos de la Obediencia (El Remedio para el Egoísmo)

Deferencia
La conducta más respetuosa, sabiendo que aun cuando podrías estar 100% en lo cierto, todavía podrías estar equivocada.

Recato
Ser marcadamente tranquila, comedida, gentil, ecuánime y poco efusiva en general; ser conspicuamente inconspicua; no buscar la aprobación de los demás, ni necesitar una audiencia. Convertirse en una persona agraciada, no un estandarte de la moda o una actriz porno andante, o una bocona; acentuar y del mismo modo apreciar en otros además, la paz, la calma y la invisibilidad del Espíritu, en lugar de la vanidad, la excitacion y las curvas corporales; no buscar llamar la atención, ni necesitar ser el centro de las miradas, ya sea públicamente, sutilmente o astutamente.

Docilidad
Ser fácil de educar; deseosa de obedecer, llena de gentileza y servicial; atenta a las instrucciones dadas por Dios, su esposo o sus padres (cualquiera que sea el caso); y no a los propios deseos y antojos; dejar de cuestionar la autoridad correpondiente y comenzar a aceptar.

Sin Pretensiones
No fingir en broma ni de mentira, no engañar o “hacer creer”, incluso en tu propia mente; saber y aceptar que una tiene menos sabiduría que Dios; decir exactamente lo que quieres dar a entender y dar a entender exactamente lo que dices. Tener la mente más seria y el compromiso más profundo; mantener tu palabra aún en las circuntancias más adversas; arrepentirse de sus malos actos con la convicción de no volverlo a hacer, en lugar de permitir la auto-compasión o la tristeza sin esperanza; en lugar de eso aceptar de forma estoica con determinación a no hacerlo nunca de nuevo; ser valiente no solo cuando las cosas sean plácidas, pero igual cuando veas debilidades en ti misma y en tus errores; siempre evitando las emociones.

Agradecimiento
Ser agradecida por la disciplina, la amabilidad, la comprensión y el amor mostrados; hallar alegría en el conocimiento del amor que Dios tiene por ti; nunca dar nada o a nadie por sentado; mostrar/demostrar gratitud con acciones, no solo con palabras; busca practicar razones para dar gracias.

Humildad
Tener un sentido humilde (el correcto) de la propia importancia; reconociendo nuestra verdadera naturaleza de Seres caídos, prisioneros dentro de cuerpos humanos-animales; nunca en ninguna ocasión auto-engañarte pensando que eres buena, sensata y juiciosa, ya que Satán busca devorar nuestras almas con mentiras y engaños, incluídas esas de que nosotros somos lo mejor.

Mansedumbre
Ser mansa de espíritu, continuamente sofocando cualquier violencia en una misma; ser llevadera, sin comprometer sus principios; evitar confiar en tu propio punto de vista e imponérselo a los otros; practicar frenar los impulsos y emociones del momento, evitando hacer cosas precipitadamente y sin la debida consideración.

Modesta
No sobreestimar el mérito propio; modesta; no de forma excesiva; sana (escuchar solo a Dios y no al deseo de Satán, asegura esto); no colocarse por encima de ningún otro Ser, en palabras, acciones y en tu corazón (teniendo/mostrando ningún favoritismo/mayor respecto a las personas o estatus); evaluándote a ti misma en primer lugar y ante todo, siempre, en lugar de fijarse en pequeños defectos por doquier; frenarse de buscar la aprobación de los demás y esforzarse por hacer todo por el mayor beneficio y bienestar de todos.

Obediencia
Apropiadamente sumisa, reconociendo la autoridad legítima (no la propaganda come-cocos). Ser leal en pensamiento, palabra y acción; no prostituyéndose o siendo infiel, prestando atención a mentiras.

Servicial
Obediente en un alto grado, con firme resistencia a ser disuadida de la acción correcta, o pensamiento.

Propiedad
Un apropiado y absoluto sentido de lo correcto e incorrecto; manteniendo una correcta actitud y conducta. Aceptando que a menudo no hay necesidad de preguntar “por qué”, pero en su lugar, solo hay una manera correcta y una incorrecta de hacer las cosas. Una verdadera honradez, con certeza espiritual, no participando de las llamativas teorías filosóficas del hombre.

Sumisión
Sin resistencia; aceptando sin resistencia las órdenes o tratamientos justificados; dar lugar; ceder a la autoridad. Recordar que el miedo y la duda matan la mente. Son las pequeñas muertes que conducen a la destrucción total. Déjalas pasar (conviértete en una “transeúnte” como instruyó Dios).

Subordinación
Estar bajo la autoridad y responder a un poder Superior; someter la voluntad de una por el bienestar y el beneficio que brinda; disfrutar la Libertad de la Verdadera disciplina. La característica distintiva de una discípula es la disciplina.

Como una de las fuerzas positivas más fuertes sobre la Tierra, la Élite Financiera tuvo que destruir el poder del vínculo masculino-femenino. El productor de cine, Aaron Russo, expusó el por qué la liberación femenina fue impuesta a la sociedad.

El tremendo costo del feminismo para las mujeres debería ser obvio. Es una pérdida para el hombre también, ya que ha perdido a su contraparte que lo nutre y fortifica; pero en mayor medida es una pérdida para las mujeres.

Eva vino de (la costilla) de Adán. Es dentro de Adán que el poder de ella reside, a través de la cooperación, no la manipulación. Ella no puede esperar actuar siempre de forma independiente y sentirse fortalecidad por ese proceder.

No solo NO ES la forma en que Dios dispuso que fueran las cosas, pero también resulta imposible para ellas tener éxito siendo una verdadera mujer y una dama, mientras pretenden ser un hombre.

Un pato no puede tener éxito tratando de ser un perro. Un caballo no puede tener éxito tratando de ser una gallina. Y una mujer nunca tendrá éxito tratando de ser un hombre. Entre más se resistan las mujeres a aceptar lo que es natural para ellas, más debilitadas, estresadas, deprimidas estarán y con justa razón morirán así.

Una mujer busca ser dirigida. Es algo inherente en la naturaleza de todas las mujeres y es a través de esta vulnerabilidad que ellas encuentran la mano de un hombre para ayudarles a escalar colinas y montañas. Esta mayo colaboradora y este poderoso vínculo, construido sobre la necesidad que cada uno actúa de acuerdo a su naturaleza inherente, es el único lugar donde el equilibrio del Espíritu puede encontrarse.

En este equilibrio está el dar y recibir Amor que muchas mujeres buscan, pero que muchas han perdido; escogiendo el materialismo y al ego en su lugar.

Dios espera que las mujeres de este mundo re-encuentre su lugar, su dignidad y su poder.

Como mujer, agradezco a mi amado, todo el tiempo y por siempre. Mantengo mi mano en la suya, como deber de ser y soy amada.