Existen dos razones principales por la cual jugar al papel de “chico bueno” en el difícil mundo de las citas no te sirve para nada, punto. Confía en mi, lo sé por experiencia personal, he caído miserablemente en ambas trampas en el pasado, a menudo en ambas al mismo tiempo. Afortunadamente para ti estoy dispuesto a que aprendas de los errores míos (y joder, de muchos hombres más).

Existen dos razones principales por la cual jugar al papel de “chico bueno” en el difícil mundo de las citas no te sirve para nada, punto. Confía en mi, lo sé por experiencia personal, he caído miserablemente en ambas trampas en el pasado, a menudo en ambas al mismo tiempo. Afortunadamente para ti estoy dispuesto a que aprendas de los errores míos (y joder, de muchos hombres más).

1.- Los tipos que juegan a ser “buenos” con el fin de tratar de ser amigable su camino al romance y el sexo con una mujer se están engañando a sí mismos y a la mujer.

2.- Los tipos que juegan a ser “buenos” para tratar de ser amigable su camino al romance y el sexo con una mujer están tratando de arreglar el pasado con el presente.

¿Por Qué Ser un Chico Bueno es Auto-engañarse y No Funciona?

No tiene nada de malo ser un buen tipo, el error está cuando lo usas como estrategia para conquistar el camino hacia el corazón de una mujer o a la cama. ¿Por qué? Porque, mi amigo, no puedes lidiar con tu realidad de tu propia lujuria.

No importa cuánto te digan que vivimos en una sociedad libre y abierta, además que los hombres pueden pensar en sexo todo lo que quieran, también se nos ha dado el mensaje que somos perros por pensar en las mujeres como objetos sexuales. Nuestra sociedad aún esta trabajando por lidiar con las mujeres como seres humanos completa y plenamente sexuales. Muchos hombres aún cargan con el viejo complejo de puta/Madonna.

Así que, ¿qué haces? Juegas a ser el Sr. Chico Bueno y confiable quien pretende que el lugar de su trasero (que esa mujer de tus sueños cuya vida has trabajado para convertirte en el amigo de confianza) en esos jeans ajustados no te tuvieron excitados toda la noche anterior. Tu piensas que al actuar así te va a hacer parecer seguro y atractivo para ella, cuando en realidad la dejas con una sensación extraña respecto a ti en su instinto. Claro, a ella le gustas lo suficiente, ella es feliz saliendo contigo, pero ella sabe que algo la esta fastidiando respecto a ti. Ella tiene la impresión a partir de algunas actitudes tuyas de que quieres follártela, pero de otras que tan solo quieres ser su amigo. Fráncamente, la idea de besarte hace que tenga escalofríos porque has caído miserablemente en el pozo de los chicos maricas. La ironía de todo esto es cuán fácil es darse cuenta cuando nuestros amigos caen en esta trampa, pero bueno, siempre eres bastante ciego cuando se trata de ti mismo.

¿Qué clase de mujeres hacen que te acobardes? Aquellas con las que piensas que no tienes ninguna oportunidad. Aquellas que te intimidan de alguna manera con su belleza, su inteligencia o su éxito. No importa amigo. Si tu quieres una mujer tienes que hacérselo saber. No, tampoco tienes que hacer declaraciones estúpidas de tus sentimientos hacia ella, o acosarla, pero tienes que encontrar una manera sencilla y atractiva de hacerle saber “hey, estoy interesado”. Sí, también te arriesgas a que el tiro te salga por la culata, o a que ella te diga “lo siento, no siento lo mismo por ti” pero es mejor que conozca tu interés de forma inteligente a que estés de estúpido por largo tiempo pretendiendo ser su amigo. Piénsalo de esta forma – cada hora que sales con una mujer como amigo y confidente sin dejarle saber de forma inteligente tu deseo real es una piedra de tropiezo más en tu camino hacia una oportunidad sexual o romántica con ella.

El Sr. Chico Bueno, No Hay Remedio para el Presente con el Pasado

Joder tío, tampoco soy tu sicólogo. No he ido a una escuela a obtener un título de sicología, pero en mis patéticas y miserables situaciones por las que he pasado en el mundo real al ligar con mujeres y haber fracasado en relaciones anteriores he podido aprender de mis propios errores. Esto es lo que he descubierto en palabras sencillas de entender: la mayoría de nosotros (tanto hombres como mujeres) pasamos tratando de corregir viejas relaciones dolorosas que hemos tenido con algún miembro de nuestra familia a través de relaciones románticas en nuestro presente. Lo que quiero decir aquí es que inconcientemente nos encontramos atraídos hacia mujeres que tienen algunas características similares a las de un familiar nuestro con quien hemos tenido muchos problemas y conflictos (o ambos, o una hermana o hermano, etc).

En mi propio caso el matrimonio de mis padres estaba en su mejor momento cuando tenía 10 años hasta que se divociaron cuando tenía 15. Me convertí en el confidente de mi madre a una edad cuando no tenía ninguna posibilidad de decidir en el asunto, si iba a obtener una atención positiva de mi madre iba a ser por “estar ahí” y “ayudarla” la mayor parte del tiempo. Años después cuando salí de mi casa me encontraría a mi mismo en relaciones románticas que reflejaban esta misma situación. Me sentiría atraído por mujeres quienes eran preciosas y divertidas (como mi madre) pero totalmente desorganizadas y un desastre en su vida diaria. Pensé que me necesitarían para tener su vida en el camino correcto.

Los Chicos Buenos Necesitan Comparar Situaciones

Pero aquí esta el inconveniente, una vez decidimos que una posible (o actual) pareja romántica/sexual necesita seriamente nuestra ayuda para “poner en orden su vida” nos convertimos en un familiar más que un compañero, o en un sicólogo más que una pareja. Sentimos que estamos haciendo todo esto por las razones correctas y más altruistas, pero realmente eso no es así. Ciertamente avanzamos en la relación con deseo por la persona, pero al mismo tiempo sentimos que somos de algún modo superiores, mejor dicho, que tenemos las respuestas que ellas necesitan escuchar.

Algunas veces entramos en una relación para ser el salvador de una mujer porque estamos convencidos de que a ella no se la ha dado una oportunidad justa – y es posible que eso sea cierto. Aún así, la realidad es que la relación no comienza en una situación igualitaria para ambos. Pensamos que tenemos las respuestas que ella debe seguir.

Así que, ¿qué haces? Reconoce las similitudes en la mujer por la que te sientes atraído con las del miembro de tu familia con quien tuviste problemas. Cuando encuentras las similitudes que te vuelven loco necesitas preguntarte a ti mismo si quieres estar realmente dentro de una relación con una mujer que tenga esas cualidades. Tienes que tomarte el tiempo para pensar por tu propia cuenta qué clase de mujeres piensas que serían mejor para ti contra la clase de mujer de la que a menudo te enamoras. Una vez me dí cuenta que no necesitaba arreglar la vida de una mujer para que ella estuviera interesada en mi empecé a estar en contacto con la clase de mujer que siempre quise. No fue fácil, te digo, pero también te diré otra cosa – ¡fue mucho más divertido un millón de veces!