La curiosidad podrá haber matado al gato, pero sin ella los humanos tendríamos vidas aburridas – especialmente vidas sexuales aburridas.

“Aprovecha cualquier momento de excitada curiosidad sobre cualquier tema para despejar tus dudas; por si lo dejas pasar el deseo pueda que nunca regrese, y tu quedes en la ignorancia” – William Wirt

La curiosidad podrá haber matado al gato, pero sin ella los humanos tendríamos vidas aburridas – especialmente vidas sexuales aburridas. En el instante que piensas que lo sabes todos, sea acerca de sexo en general, el sexo opuesto, o una amante específica, el juego se acabó y te perdiste de una gran oportunidad.

En el minuto, por otro lado, que tu aceptas que los humanos (sí, inclusive nosotros los hombres) somos creaturas sexuales complejas en constante cambio, creciendo y convirtiéndonos en algo nuevo, estarás muy por delante de la competencia.

Además, es el sexo realmente algo en lo que quieres permanecer ignorante toda la vida?

No, seguro que no. Y la curiosidad no te cuesta nada excepto la energía mental que implica.

Pero es un gran tema, así que desglocémoslo en algunas categorías básicas en las cuales podemos ser curiosos:

Geografía

Comencemos desde el inicio mismo.

Sabes los fundamentos básicos acerca de tu propia anatomía sexual aparte de la del sexo opuesto?

Muy bien, no quisiera comenzar con las chicas primero, pero las chicas cómo rayos esperan que un hombre sepa cómo encenderlas y llevarlas al cielo cuando ellas mismas se niegan a poner a prueba su equipo? No hay otra salida. Si una mujer quiere saber que tipo de caricia entre sus piernas hará que llegue al orgasmo tendrá que pasar algún tiempo masturbándose.

Vamos, eso no quiere decir que estas libre de responsabilidad sobre lo que pasa con las mujeres. Me quedó en “shock” y sorprendido cada vez que leo que una enorme cantidad de hombres no tiene ni puta idea de qué es el clítoris femenino. Sí, por supuesto, es pequeño comparado con tu herramienta favorita (esta bien, pequeñito) pero tampoco es invisible, y aún si no estás seguro que has dado en el blanco, su sorprendente y cierta curiosidad básica (ej. “qué tal se siente” y “estoy ahí?”) de tu parte aclarará rápidamente las cosas.

Y hombre, dejen de tener un solo conjunto de reglas para ustedes y otro para las mujeres. Tu sabes que la mayor sensibilidad en tu pene esta en el primer tercio de este, así que por qué te complicas la vida sin entender que en la vagina de las mujeres es de la misma manera? Cuando estas pensando cuáles son las mejores posiciones para el sexo asegúrate de tener en cuenta sus necesidades al igual que las tuyas?

Preferencia Personal

El gusto es personal y lo que es personal es único. Nada más y nada menos. Asumiendo que tu tienes el gusto personal de alguien más no es una buena idea, ni en la comida, ni la forma de vestir, ni en los libros que lees y mucho menos en el sexo. El gusto puede también cambiar mientras aprendemos y crecemos. Así que aúnque tu hayas tenido los gustos y preferencias de tu novia el año pasado este año puede ser una historia completamente diferente – pero lo mismo puede decirse de ti.

La única manera de tener una idea de cuál es el gusto personal de otra persona es preguntándole y la única manera de estar seguro de que tu pareja sepa cuáles son tus gustos personales es siendo abierto al respecto y compartir.

El reto es que la mayoría de nosotros somos un poco tímidos cuando se trata de sexo. Nos fascina la idea del sexo, pero deseamos que todo sea fácil, de modo que no corramos el riesgo de avergonzarnos de no solo compartir nuestras necesidades (y posiblemente que se burlen o nos avergüencen) pero tambien ser abiertos a las necesidades de nuestra pareja (las cuales pueden ser muy diferentes a las que pensabamos que tenía).

El punto más importante a recordar acerca de las necesidades sexuales y los gustos es que no son ningún ataque personal. Tu no has venido a tus necesidades sexuales personales como una forma de avergonzar a tu pareja, y ni ella viene a sus necesidades sexuales como una manera de avergonzarte. Aún así es un asunto delicado y no todos van a encontrar las necesidades sexuales y los deseos de otros, bueno, deseables.

Esto no quiere decir, sin embargo, que tu debes de hacer a un lado tus necesidades e ignorarlas con la esperanza de que tu amante algún dia desee las mismas cosas que has estado deseando todos estos años.

No. No funciona de ese modo. No hay garantía de que alguien que cruce miradas con alguien en medio de una concurrida fiesta y que piense que esta ardiente vaya a compartir nuestros mismos gustos – eso por eso que tenemos que ser curiosos, lo suficiente como para preguntar.

Y es por eso que la curiosidad debería anteponerse antes de que comience el sexo. Si comienzas con el contacto físico primero y luego haces las preguntas puede que te topes con sorpresas desagradables entre ustedes e incluso puede ser doloroso – como descubrir que la chica sufre de alguna enfermedad de transmisión sexual o que ella disfruta del sado-masoquismo cuando tu ni siquiera habías contemplado que te pegaran una nalgada.

Sí, la química física instantánea es uno de los regalos bajo el solo, pero toda esa promesa de fantástica química física es que te guste estar cerca de la otra persona y al revés, la idea de estar desnudos sin sentir repulsión. La química física perfecta no promete que tendrás el mismo gusto, que te guste el mismo estilo de besar, las movidas en la cama o las posiciones… para que descubras que tienes que ser más curioso.

Los hombres, usualmente los encargados de avanzar en el contacto sexual, necesitan ser más curiosos. La sociedad todavía nos permite una mayor libertad sexual y curiosidad que a las mujeres (aunque afortunadamente eso esta cambiando) pero muy a menudo usamos esa libertad para precipitarnos al sexo con las mujeres sin saber nada acerca de las preferencias de esa mujer en particular. Nos creemos los sabelotodo que (tal y como cuando manejas un carro) nos negamos a detenernos y preguntar por una dirección por temor a parecer “menos que un hombre”.

Esa mentalidad, sin embargo, puede dejar a una mujer pensando que no eres alguien que lo sabe todo, sino un estúpido egoísta – y todo porque tu no puedes calmarte lo suficiente como para ser más curioso.