Por más de 40 años, la Élite Financiera de Judíos en Hollywood ha destrozado al matrimonio y ha promovido con bombo y platillo la promiscuidad sexual.
En un arranque de nostalgia, miré una de mis películas favoritas de nuevo, “Un Toque de Distinción” (1973). Tengo recuerdos de una comedia romántica sofísticada con las actuciones estelares de George Segal y Glenda Jackson que realmente influenciaron en mi.
¡Qué shock! Rápido me dí cuenta por qué estaba tan trastornado de joven. La película presenta a un hombre que traiciona a su esposa y a sus hijos como el colmo de la sofisticación y la diversión. Presentaba al acto sexual casual como si fuera el Santo Grial. Como todo joven impresionable de 23 años, adopté estas actitudes las cuales, en última instancia, socavaron mi capacidad para formar relaciones saludables con las mujeres.
Entonces, sucedió que me decidí a ver la previa de una película por estrenarse: “Sin Compromiso” (2011), la cual enseña a la juventud que el sexo promiscuo es lo último en el pensamiento moderno.
Las dos películas fueron hechas por judíos. Aunque con 40 años de separación, los judíos en Hollywood están sacando propaganda socialmente destructiva bajo el disfraz de comedia sofisticada. Si “Un Toque de Distinción” me trastornó, no puedo imaginarme el daño que Hollywood está haciendo ahora a la nueva generación.
Los directores judíos, Melvin Frank e Iván Reitman, dirigieron las dos películas respectivamente. El dogma del sexo por puro sexo es difícilmente “la última sensación”. La Élite Financiera es una continuación de la herejía de los judíos frankistas-sabateanos que se remonta a los siglos 17 y 18.
Estos judíos frankistas-sabateanos eran satanistas quienes creían en la “redención a través del mal”. Creían que el Mesías regresaría cuando el mundo hubiera descendido al caos. Abogaban por la destrucción del matrimonio y la familia, además se involucraron en adulterios, orgías, incestos y pedofilia.
Tienen enorme poder debido a que el sindicato criminal bancario de los Rothschild pertenece a este culto. Esta Élite Financiera fue la que estuvo detrás del Comunismo y el Sionismo. Para hacer la historia corta, pura propaganda comunista y satanista es lo que se escupe desde las pantallas de TV y de los cines. Por supuesto, nadie tiene ni la más mínima idea de estas cosas.
MÁS SOBRE ESTAS PELÍCULAS
Los judíos de la Élite Financiera que controlan Hollywood han pasado haciendo películas por décadas y las muestran como entretenimiento para las masas.
“Un Toque de Distinción” es en realidad “Un Toque de Grosería”. (Eso es lo que hacen, presentan lo inmoral como si fuera algo con clase). George Segal actúa como el típico narcisista judío, aunque la palabra con “J” jamás se menciona. No hay explicación de por qué alguna mujer lo encontraría atractivo, excepto por su dinero. Su amigo “Walter Menkes” interpretado por Paul Sorvino, es también un judío. La película es un derroche de egoístas valores “judíos humanistas” que la audiencia difícilmente es capaz de percatarse.
Glenda Jackson interpreta a la divorciada gentil que busca sexo sin complicaciones. Ya que Segal esta casado, no hay peligro de que “se enamore”. Lo cual también siempre sucede. Pero siguiendo el consejo de Menkes, Segal coge fuerza para acabar con esto por el bien de ella, ya que él sinceramente la ama y no quiere causarle más daño.
Basado en el trailer de “Sin Compromiso” parece que sigue la misma temática. “El sexo sin complicaciones” conduce a “desear más”.
“La monogamia va en contra de la naturaleza humana”, exclama la actriz judía, Natalie Portman. “¿Por qué no podemos tener solamente sexo?”, dice Ashton Kutcher, el actor principal, quien aparentemente es también judío, o al menos un cabalista.
Tal parece que los judíos dentro de la Élite Financiera están obsesionados con tener sexo tanto como sea fuera del matrimonio. La parte de “enamorarse” es una hoja de parra para cubrir el hecho de que están haciendo que la promiscuidad sexual se convierta en algo estandarizado y socialmente aceptable. Las personas que han desarrollado el hábito de la promiscuidad no se detienen ni por un segundo cuando están casados. Combinado con el feminismo, mata de manera más que efectiva la institución del matrimonio. Este hábito de la promiscuidad sexual incluye a la homosexualidad, así como Kutcher, en el trailer, se despierta y se pregunta si tuvo sexo con el otro tipo.
Recientemente me topé con alguien viendo “Cambio Climático en la Bañera”, dirigido por otro cabalista, Steve Pink. La escena era pura pornografía, interracial en esencia. Una chica blanca desnuda voluptuosa está teniendo sexo con un tipo negro dentro de una bañera. Las películas de hoy en día serían prohibidas por obscenas hace apenas 20 años atrás.
Algunas de estas películas son tan solo una mirada instrospectiva judía. Recientemente, renté “Greenberg” con Ben Stiller, dirigida por Noah Baumbach. El personaje principal es un judío de mediana edad obsesionado consigo mismo y con los cabos sueltos. La más mínima cosa que él hace por alguien es tratada como lo más conmovedor. Él no es de interés para nadie, aún así, su sentido de auto-importancia es sorprendente. Él dice ser “la persona más divertida que conoce”, no obstante, existe cero evidencia para demostrarlo. Nada pasa excepto que tiene sexo con una chica gentil (gentil en el sentido de que no es judía), evita el compromiso y la ayuda a abortar.
Cuando eres el dueño de Hollywood, parece claro que puedes infligir tus gustos vulgares para las películas que las masas ven, incluso si se derivan de la visión miope del satanismo sabateano.
CONCLUSIÓN
Las películas y la TV determinan el gusto, los valores y el comportamiento de las masas. Lo que el mono ve, es lo que el mono hace. Es increíble que un país que fuera ostensiblemente cristiano, permitiera que un grupo pequeño de judíos (y masones) tuviera esta clase de poder.
Seré acusado de anti-semitismo. Yo mismo soy judío y el comportamiento de los judíos sabateanos causa vergüenza y pone en peligro a los judíos decentes. Los días ya llegaron a su final cuando los judíos Illuminati puedan propagar enfermedades y usarnos como sus escudos humanos.
Sufrimos de un cáncer sobre el cual ni siquiera se habla. Hasta el día de hoy con esta publicación. El mundo actual está bajo el control maligno de un culto satánico. Hollywood y el negocio del entretenimiento en general son gran parte de ello.