La agenda Globalista/Comunista de la Élite Financiera se mueve a toda velocidad en Brasil. El país está obteniendo una excelente calificación en todos los puntos de la agenda Illuminati (ONU, CFR y Bilderberg).
Si los banqueros internacionales desean apoyo para la farsa del calentamiento global, Brasil es el primer país en enviar dinero y expertos e implementar campañas masivas de “información” en las escuelas públicas, hospitales y en los medios sin el más mínimo debate.
Los brasileños – y eso incluye a la gente más educada – o bien creen en el calentamiento global como si fuera palabra de Dios o simplemente no les importa saber nada al respecto.
Cuando la vacuna contra la gripe porcina estuvo disponible, las autoridades de salud tan solo instruyeron a que las mujeres embarazadas, los niños y los mayores de edad recibieran la inyección. Nadie se imaginaría cuestionar si la vacuna era segura, eficiente o incluso necesaria.
Brasil también es un ejemplo del combate contra el SIDA y esto es debido a una eficiente estrategia de distribución de condones y medicamentos. Sin tener en cuenta que un estilo de vida tradicional podría reducir el problema de manera significativa.
Cuando se trata de promover el divorcio, el aborto y el matrimonio gay, los “intelectuales orgánicos” y la “gente bella” dominarán los medios, el gobierno, las universidades, la justicia y la vida cultural, imitando servilmente las tendencias de Nueva York y París.
Ahora las escuelas públicas brasileñas, cuya calidad permanece deplorable, se están convirtiendo en centros de adoctrinamiento de la homosexualidad para niños entre los 7 y 10 años. Como todos los revolucionarios culturales saben, el lavado de cerebro es más eficiente (y a menudo irreversible) cuando se inicia desde temprano en la vida.
¿Te suena esto paranóico? ¿No se les debería enseñar a los niños la importancia de la tolerancia y la diversidad? El problema es que la campaña del 2011 contra la homofobia no tiene nada que ver con la tolerancia.
En realidad, como lo demuestra el congresista Jair Bolsonaro, ahora cumpliendo su quinto término (1991-2015) para el conservador “Partido Progresista” (PP), es un incentivo no muy bien disfrazado para consentir el comportamiento homosexual.
Bolsonaro tiene conocimiento de primera mano sobre lo que el Comité de los Derechos Humanos y Minorías y el Ministro de Educación brasileño están preparando para los niños que asisten a las escuelas públicas.
Como él explica en el vídeo, los niños entre 7-10 años verán filmes en las escuelas que muestran:
1.- Un niño que se enamora de otro niño en un baño después de que le echa un vistazo a sus genitales (luego él sienta un “buen” ejemplo al convertirse en una “chica”).
2.- Jovencitas lesbianas exploran las maravillas del beso francés.
La iniciativa está justificada por cifras amañadas de una encuesta que exagera convenientemente el número de niños entre 7 y 10 años ¡con tendencias homosexuales!
CONCLUSIÓN
Lo quieras aceptar o no, en los últimos cien años o más, una minoría de ingenieros sociales subversivos y desviados han estado imponiendo su depravación y degeneración sobre la mayoría de los ciudadanos desprevenidos.
La campaña del 2011 para la promoción de la homosexualidad entre los niños en edad escolar entre 7 y 10 años muestra la clara puesta en marcha de su agenda a toda máquina. La inmoralidad puede ahora ser vendida sin la más mínima preocupación por disimular.